PREMIOS

Ceremonia de entrega de la XVIII edición

Los Premios a la Conservación de la Biodiversidad celebran los avances para proteger la naturaleza basados en la asociación entre el conocimiento y los valores como fundamento de la acción

La ceremonia de los Premios Fundación BBVA a la Conservación de la Biodiversidad ha celebrado los avances logrados para proteger la naturaleza basados en el mejor conocimiento científico y los valores éticos, frente a la amenaza de una sexta extinción masiva que pone en riesgo el futuro de la vida en el planeta. En esta XVIII edición se ha reconocido el seguimiento continuado de las poblaciones de dos grupos de especies con graves problemas de conservación como son los reptiles y los anfibios en toda España, realizado por la Asociación Herpetológica Española; la identificación de especies singulares en peligro crítico y formación de líderes para actuar en defensa de su conservación en Latinoamérica, África y Asia, impulsada por el programa EDGE of Existence de la Sociedad Zoológica de Londres; y el periodismo medioambiental desarrollado con rigor y excelencia por Miguel Ángel Ruiz Parra desde un medio local –La Verdad, de Murcia– y que ha conseguido un alcance global al alertar sobre la amenaza a un entorno emblemático como el Mar Menor.

23 noviembre, 2023

Convocatoria

Premios de Conservación de la Biodiversidad

XVIII Edición

“El sentido agregado de estos premios durante casi dos décadas no es otro que reconocer que el formidable reto de conservación exige estrategias y orientaciones múltiples, descentralizadas, la mayoría de ellas desarrolladas desde la sociedad civil y los medios, en ocasiones suplementando, en otras cubriendo los huecos que dejan las cambiantes políticas públicas respecto al medio ambiente”, ha señalado el director de la Fundación BBVA, Rafael Pardo. “Lo más distintivo de los premios entregados esta tarde son las especies y ecosistemas objeto de las actuaciones, no los de más glamour, pero no por ello menos fundamentales, y la comunicación de los efectos locales de fuerzas y dinámicas generales e incluso globales. En los tres casos son contribuciones innovadoras, de éxito probado y dilatada trayectoria”.

“La distancia entre el reconocimiento de la conservación del medio ambiente como uno de los principales problemas del siglo XXI y la evidencia científica disponible acerca de los modestos logros alcanzados es muy amplia, especialmente en lo que se refiere al cambio climático y la conservación de la biodiversidad”, ha advertido el director de la Fundación BBVA.

Desde esta óptica, Rafael Pardo ha concluido que “es de la mayor importancia reforzar y ampliar los programas de conservación, incorporando las variables tradicionales asociadas a la presión sobre el territorio y la explotación de especies, y prestando atención creciente a los impactos del cambio climático, como lo vienen haciendo los galardonados en esta ceremonia. La conservación de la biodiversidad es un desafío sumamente difícil, pero es posible hacerle frente con las mejores herramientas que tenemos los humanos, la interacción o asociación entre el conocimiento y los valores, como fundamento combinado de la acción”.

Premio a la Conservación en España: Asociación Herpetológica Española

Una red de centinelas para velar por la protección de reptiles y anfibios

“Nos encontramos inmersos en una crisis de biodiversidad sin precedentes. Se la ha denominado ‘la sexta extinción masiva’. Algunos podrían argumentar que, si la diversidad ya ha experimentado cinco extinciones masivas en la historia de la Tierra, ¿qué tiene de raro una sexta? Quiero enfatizar que esta extinción es sustancialmente diferente a las anteriores, y que es consecuencia directa de la acción humana”, ha alertado en su discurso Eva Graciá, presidenta de la Asociación Herpetológica Española (AHE).  Esta organización ha sido galardonada con el Premio a la Conservación de la Biodiversidad en España por sus cuatro décadas de trabajo excepcional en defensa de los anfibios y reptiles, dos grupos de vertebrados que, en palabras de Graciá, “se encuentran en una situación particularmente vulnerable”.

De hecho, tal y como ha resaltado la presidenta de la AHE, los anfibios son el grupo de vertebrados más amenazado del planeta, con más del 40% de sus especies en peligro de extinción, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Al mismo tiempo, entre los reptiles algunos grupos, como los cocodrilos y las tortugas, también se encuentran muy amenazados, con el 50 y 60% de especies en peligro, respectivamente. “Estos grupos nos alertan del riesgo que corremos como especie, de la enorme pérdida de servicios ecosistémicos a los que nos enfrentamos”, ha advertido Graciá.

Sin embargo, en España “sólo el 14% de los anfibios y reptiles amenazados cuenta con un plan de recuperación o de conservación aprobado”, ha lamentado la presidenta de AHE. En este preocupante contexto, la organización galardonada ha llevado a cabo decenas de proyectos para proteger a reptiles y anfibios a lo largo de los últimos 40 años, destinados a obtener información rigurosa que sirva para la detección temprana de los problemas de conservación de esta fauna. AHE cuenta ya con unos 500 socios, que ejercen como centinelas al realizar un seguimiento continuado de las poblaciones de estas especies para alertar sobre situaciones de amenaza.

Entre sus iniciativas más destacadas se encuentra el Programa de Seguimiento de Anfibios y Reptiles de España (SARE), que se inició en 2008 con el impulso del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, y está diseñado para que cualquier aficionado a la herpetología pueda aportar datos de abundancia de especies de anfibios y reptiles en una zona concreta a lo largo del tiempo. Otro de sus proyectos más importantes ha sido SOS Anfibios, enmarcado dentro del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama y centrado en la lucha contra las enfermedades emergentes de los anfibios. A este proyecto de conservación también puede contribuir cualquier persona recogiendo muestras de animales infectados en el campo o en el comercio de mascotas.

“Creemos que nuestra asociación ha desempeñado un papel fundamental en la promoción del conocimiento científico y la concienciación en España torno a los tradicionalmente denostados anfibios y reptiles”, ha destacado Graciá. Por ello, la presidenta de AHE ha concluido con una visión optimista del futuro: “En los últimos tiempos, nuestros programas de voluntariado llenan sus plazas rápidamente y nuestras guías de identificación se agotan, lo que nos obliga a reeditarlas. El creciente interés de la sociedad en la conservación de la biodiversidad nos llena de esperanza”.

Premio Mundial de Conservación: Sociedad Zoológica de Londres

Al rescate de especies al borde de la extinción con actuaciones en tres continentes

“La misión de nuestro programa está clara: estamos impulsando un movimiento mundial para proteger a las especies más singulares y olvidadas de la Tierra”, ha manifestado en su discurso el Dr. Paul Barnes, director del Programa EDGE of Existence de la Sociedad Zoológica de Londres. Esta iniciativa ha sido galardonada con el Premio Mundial a la Conservación de la Biodiversidad por identificar y emprender acciones concretas de conservación, basadas en estudios científicos, sobre aquellas especies evolutivamente más singulares y que soportan mayor riesgo de extinción.

En 2008, la Sociedad Zoológica de Londres se dio cuenta de que las iniciativas de conservación no siempre se dirigían hacia las especies que más las requerían. Por eso crearon el Programa EDGE of Existence, con el objetivo de identificar qué especies estaban más necesitadas de acciones de conservación y llevar a cabo intervenciones para protegerlas. Hoy, sus actuaciones abarcan 157 especies en 47 países de Latinoamérica, África y Asia.

“Los programas convencionales de conservación suelen descuidar este tipo de especies, que sin embargo representan ramas enteras de la historia evolutiva”, ha explicado Barnes. “Los grandes animales carismáticos acaparan la financiación, mientras que miles de especies menos conocidas, que representan grandes ramas del árbol de la vida, se acercan a la extinción. Son los desvalidos, los héroes anónimos de nuestro mundo natural, las fibras críticas que sostienen el intrincado tejido de la vida. Si se pierden, no quedará nada igual en la Tierra”.

Desde esta óptica, las actuaciones del programa EDGE of Existence se basan en una metodología fundamentada en investigaciones científicas que clasifican el grado de prioridad que debe ocupar la conservación de las diferentes especies, teniendo en cuenta no solo el nivel de amenaza, sino también su importancia para la biodiversidad. “EDGE es un modelo de innovación en la conservación. Ha logrado algo tan sorprendente y raro, pero tan necesario, como es combinar ciencia y acción”, ha resaltado Barnes.

Al mismo tiempo, desde sus inicios el programa galardonado de la Sociedad Zoológica de Londres ha fundamentado su trabajo en apoyar a personas de los países de donde proceden. Por eso crearon un programa de becas que financian a personas de Latinoamérica, África y Asia durante dos años para diseñar e implementar un proyecto de conservación enfocado en una de las especies clasificadas como EDGE. Hasta la fecha, el programa ha financiado a 137 personas de 47 países en los últimos 15 años.

“A través de nuestro trabajo, hemos comprobado de primera mano el poder de la conservación impulsada por la ciencia”, ha recalcado Barnes. “Al apoyar a los líderes locales de la conservación, no solo estamos invirtiendo en el presente, sino también sembrando las semillas de una conservación y un futuro sostenibles”.

Por todo ello, el director de EDGE of Existence ha concluido que “en un mundo tan ensombrecido por la desesperación ante la degradación medioambiental, nuestro programa y este premio son un faro de esperanza y superación. El modelo de conservación que defendemos está logrando una honda repercusión en todo el mundo. Demuestra que, con el enfoque, la dedicación y el apoyo adecuados, podemos remontar la curva de las crisis medioambientales y marcar el rumbo hacia un futuro más deseable”.

Difusión y Sensibilización: Miguel Ángel Ruiz Parra

El valor de la información local frente a la amenaza de una crisis global

“Nadie duda ya de que la emergencia climática es el mayor desafío al que se enfrenta la humanidad, y los periodistas ambientales tenemos la gran responsabilidad de relatarlo a nuestras audiencias”, ha declarado en su discurso el periodista Miguel Ángel Ruiz Parra, galardonado en la categoría de Difusión del Conocimiento y Sensibilización en Conservación de la Biodiversidad en España.

Desde hace tres décadas, Ruiz Parra encabeza la información medioambiental en el diario regional La Verdad de Murcia. Sus trabajos de investigación sobre la degradación del Mar Menor han sido referencia no solo en el ámbito periodístico, sino incluso en el judicial –en varias causas abiertas la acusación se ha apoyado en sus artículos como base documental– y el legislativo. El galardón reconoce su trabajo periodístico por ser capaz de conectar lo local y lo global a través del rigor informativo basado en la ciencia más robusta y contrastada.

“Con este premio me llega un mensaje claro que creo importante destacar: el reconocimiento al periodismo local, al trabajo informativo que se hace día a día en contacto directo con los conflictos, en este caso ambientales, mirando cara a cara a los problemas y los avances, cuando los hay, y regresando continuamente a los asuntos que preocupan a la sociedad”, ha explicado Ruiz Parra. “En mi caso, siempre digo que trabajo desde la Región de Murcia para el mundo, convirtiendo los aprietos ambientales del Sureste de la península en crónicas con vocación universal, poniendo cara a los protagonistas de la noticia y destacando ese dato asombroso que puede interesar a cualquiera: en Murcia, en Madrid, en Bilbao o en Nueva York”.

La degradación que ha sufrido el Mar Menor en los últimos años ejemplifica para Ruiz Parra la importancia que puede tener el periodismo local para lograr un impacto positivo frente a un grave desafío ambiental: «Desde el periódico hemos hecho una gran presión informativa, y eso, junto a una gran movilización social, con manifestaciones de más de cincuenta mil asistentes, ha empujado, sin duda, a la creación de la Ley de Conservación y Protección del Mar Menor. O, en el ámbito judicial, causas que se están instruyendo actualmente, como la de la contaminación por nitratos del Mar Menor, donde tanto la Fiscalía como las acusaciones particulares han tomado nuestra labor, la información que hemos publicado periódica y puntualmente, como base documental, ya que hemos aportado pruebas de esas agresiones que vienen sucediéndose contra el Mar Menor”.

Por todo ello, Ruiz Parra también ha concluido su discurso con una visión optimista sobre los avances que se pueden lograr frente al gran reto de la crisis ambiental, en su caso desde el ámbito de la prensa: “Llevo treinta años dedicado al periodismo ambiental, y les aseguro que hace tres décadas no era fácil convencer a mis jefes del diario La Verdad de que en los animales y las plantas había historias interesantes que merecían ser contadas. Tanto tiempo después, la situación es bien diferente y la crisis climática y de biodiversidad que agobia a la humanidad ha obligado a resituar el periodismo ambiental con el espacio que merece en los medios de comunicación”.

Sobre la Fundación BBVA y los Premios a la Conservación de la Biodiversidad

Desde hace más de dos décadas, la Fundación BBVA promociona el conocimiento en ecología y biología de la conservación, las actuaciones en defensa de la preservación de la naturaleza basadas en la evidencia científica y la sensibilización de la sociedad con respecto a este gran desafío de nuestro tiempo.

A lo largo de sus primeras 18 ediciones, los Premios a la Conservación de la Biodiversidad han reconocido a un amplio abanico de entidades que han logrado impulsar actuaciones eficaces en la defensa de la naturaleza, desde grandes organizaciones ecologistas, como WWF y SEO/Birdlife, hasta  asociaciones de ámbito local enfocadas a la preservación de una especie específica, como el oso pardo o el quebrantahuesos, o ecosistemas amenazados como los humedales y el Mar Menor, además de entidades públicas cuya labor es esencial en la defensa de la naturaleza, como el SEPRONA o la Fiscalía de Medio Ambiente. Al mismo tiempo han reconocido el papel fundamental que tienen los comunicadores ambientales a la hora de colocar la conservación en el primer plano de la actualidad, premiando tanto a periodistas especializados en medios, como a divulgadores que difunden el conocimiento sobre la naturaleza a través de múltiples canales y formatos, desde la ilustración y la fotografía hasta la grabación de audio y el documental cinematográfico.

En conjunto, los galardonados con los premios de la Fundación BBVA constituyen un mosaico que refleja cómo la crisis global de biodiversidad es una problemática compleja con múltiples facetas, que exige una gran variedad de estrategias a diferentes escalas y un compromiso sostenido en el tiempo para lograr avances significativos.

Tanto la categoría de Actuaciones en España como la Mundial están dotadas con 250.000 euros, y la de difusión y sensibilización con 80.000 euros, situándose entre los galardones de mayor cuantía a escala internacional. El jurado de los premios está integrado por investigadores científicos en el campo de las ciencias medioambientales, comunicadores, expertos de áreas como el derecho y la administración pública en materias de conservación y representantes de ONG conservacionistas, que aportan ángulos complementarios sobre la conservación de la naturaleza.

Jurado

El jurado de esta edición ha estado presidido por Rafael Zardoya, director del Museo Nacional de Ciencias Naturales, CSIC, y ha contado como vocales con: Clemente Álvarez, coordinador de la sección de Clima y Medio Ambiente de El País; Andrés Cózar, catedrático de Ecología de la Universidad de Cádiz; José María Gómez Reyes, profesor de investigación de la Estación Experimental de Zonas Áridas, CSIC; Isabel Miranda, redactora de Medio Ambiente en la sección de Sociedad de ABC; Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF España; Guillermo Palomero, presidente de la Fundación Oso Pardo; y Laura Poderoso, subdirectora de la Fundación BBVA, que ha actuado como secretaria técnica.