BIOGRAFÍA
La carrera de Silvia García (Murcia, 1966) ha discurrido en el medio televisivo, con una trayectoria de 35 años, primero en TVE, donde en 1994 formó parte del equipo fundador de La 2 Noticias, para asumir un reto inédito en la televisión de España: introducir los temas de medio ambiente en un informativo diario. De ahí pasó a Antena 3 Noticias en agosto de 1998, como especialista en medio ambiente, y desde entonces ha mantenido la presencia de esta información especializada. Por dar mayor protagonismo a la información ambiental en la televisión, con calidad, solvencia científica y un enfoque positivo para grandes audiencias, recibe el Premio de Difusión del Conocimiento y Sensibilización en Conservación de la Biodiversidad en Español.
Su dilatada trayectoria a lo largo de varias décadas como periodista comprometida y especializada en medio ambiente en programas informativos de diferentes cadenas, tal y como destaca el acta del jurado, se orientó hacia la información verde desde el principio, debido a su pasión por el campo y la montaña. “Desde pequeña, sentí la necesidad de comunicarme con los demás a través del medio ambiente”, recuerda sobre sus primeros pasos, porque “no decidí ser periodista en medio ambiente, sino que fue al revés: el medio ambiente decidió que yo fuera periodista”.
Ya en sus inicios profesionales reparó en el interés de los jóvenes por la naturaleza, y estaba convencida de que esta temática merecía contar con espacio propio en los informativos de televisión: “Pensaba que debía ser una sección más, igual que la de nacional, internacional, economía o deportes. El medio ambiente es una parte esencial de nuestra vida y, a pesar de ello, era el típico contenido que se caía de la escaleta con mucha facilidad. Pero yo soy tenaz y ahora el espectador de los Informativos de fin de semana de Antena 3 sabe que siempre va a encontrar información medioambiental. Es una apuesta decidida”.
Es precisamente esa tenacidad la que ha conseguido que la apuesta medioambiental haya superado la prueba del tiempo. “Incorporar el medio ambiente a un informativo es fácil, porque siempre habrá una noticia curiosa medioambiental que entre”, señala García. “Lo difícil es mantenerlo día a día, para lo que necesitas también el apoyo de una cadena comprometida con que el medio ambiente sea fundamental para la ciudadanía. Esa apuesta me ha ayudado mucho a que el medio ambiente pueda llegar a los hogares de España. La gente por la calle me dice lo que le interesa, lo que le inquieta, lo que le preocupa, lo que le gusta, y ahí estamos nosotros para darles la información y la imagen, la poderosa imagen”.
García reivindica la importancia de otorgar hoy un protagonismo destacado a la información medioambiental, un ámbito que permea la vida cotidiana de los espectadores pero que en ocasiones debe competir por su hueco en los medios: “El medio ambiente es lo primero que vemos cuando nos despertamos, lo que respiramos, lo que comemos, el medio ambiente nos rodea, está en nuestra vida todos los días”, reflexiona, “y sin embargo, para muchos no es una página fija de un periódico o una sección habitual en informativos. Debemos informar sobre medio ambiente como algo cotidiano igual que se habla de otro tipo de informaciones”.
A lo largo de su trayectoria ha cubierto tanto las cumbres mundiales del clima —Kioto, Copenhague y Madrid—, porque siempre ha considerado que “el cambio climático es determinante para la biodiversidad”, como lo que califica de “desastres humanos y medioambientales”: el huracán Mitch en Nicaragu y Honduras, el terremoto de Haití, y el tsunami que afectó a la central nuclear de Fukushima. En España informó sobre el desastre del Prestige y los incendios de 2006, ambos en Galicia, y el vertido de Aznalcóllar en Andalucía.
Pero García no es partidaria de limitar la información medioambiental a su lado más trágico: “Eso sería hacer amarillismo. Como periodistas debemos contar lo que ocurre, pero si dices que las ballenas se están muriendo, también has de contar qué hacer para evitarlo y quién y cómo logra evitarlo. No podemos ocultar los problemas, pero también debemos hablar de las soluciones en positivo y narrar qué podemos aportar de forma colectiva e individual a esas soluciones”. Así, la periodista se aleja del enfoque catastrofista “con el rigor, con la credibilidad y con el periodismo, que es la herramienta que nos acerca a los ciudadanos y que nos deja comunicarles la verdad”.
En una carta que escribió para apoyar la candidatura de García, el periodista Matías Prats destacó que “Silvia es la pasión por el periodismo, el esfuerzo constante y, sobre todo, un talento brillante para comunicar y llegar a los ciudadanos. Y este talento y talante, siempre al servicio de la conservación de la biodiversidad española y mundial. Después de décadas dando paso en los platós a sus reportajes en los Informativos de Antena 3 Noticias, a sus directos in situ en todo tipo de lugares y paisajes, de situaciones catastróficas, y con todo tipo de gentes y pueblos, me siento orgulloso de haberlo hecho”.
La periodista galardonada identifica la Cumbre de Kioto, en 1997, como un momento de inflexión en la sensibilización social hacia el medio ambiente: “Ha sido un camino largo, pero ese fue el momento en el que de forma más general se empezó hablar de cambio climático, de biodiversidad, y esa lluvia fina de quienes llevábamos años informando, vimos que ya estaba calando con el cambio del siglo”.
Precisamente, García evoca con especial cariño el fenómeno social que supuso ese hito informativo, así como el Protocolo de Montreal que se acordó en 1987 para proteger la capa de ozono: “Me quedo con momentos como aquel, en los que la humanidad se sienta a decidir cosas juntos. Es uno de los hechos que me ha generado más satisfacción personal. Los científicos lo alertaron, los periodistas le dimos visibilidad y todos a una, con normativas y con la ciudadanía, podemos decir que la humanidad está consiguiendo preservar la capa de ozono. Este éxito demuestra que podemos conseguir cambios, aunque esté costando mucho, si nos sentamos juntos y colaboramos para afrontar los problemas ambientales”.
La periodista señala también el vertido del Prestige como otro de los acontecimientos informativos que marcaron un antes y un después en su trayectoria: “Nos dio un bofetón medioambiental y muchos despertaron. Se vio el cambio en los hogares españoles y en el interés de las audiencias”.
Además de la información de alcance, García realizado reportajes en profundidad sobre iniciativas para conservar la biodiversidad, como una serie sobre las Islas Galápagos o uno centrado en el Corredor Biológico Verde de América Central. En cuanto a iniciativas españolas para proteger la naturaleza, ha llevado a los informativos desde la cría en cautividad del lince a la recuperación del quebrantahuesos o el buitre negro, dando espacio así a los retos ambientales tanto a escala local como al plano global: “Las grandes políticas que se tomen a nivel internacional nos van a afectar a todos, pero los pequeños actos cotidianos también mueven el mundo. Pueden tener lugar tanto en nuestras casas como en pueblos donde se están cuidando las setas, repercutiendo en la economía y ayudando a crear desarrollo rural. Todo paso cuenta. Debemos contar las grandes políticas, pero también las acciones más pequeñas”.
Además, García se ha convertido en un referente con respecto a la información sobre energías, con reportajes sobre la experiencia de Finlandia y Suecia en la instalación de cementerios subterráneos de residuos nucleares, la apuesta por la energía solar en México o la iniciativa de construir un parque eólico marino en el Báltico.
La reportera galardonada defiende un periodismo medioambiental que informe con datos fundamentados en la ciencia para que el espectador forme un juicio propio sobre el medio ambiente: “No intento influir en el sentido de que la gente tenga la misma forma de pensar que yo. Lo que quiero es darles información solvente para que se formen una opinión propia, que sea la ciudadanía la que tenga criterio para decidir e influir en los políticos a la hora de lograr cambiar los problemas medioambientales”.
Su compromiso medioambiental se ha mantenido sin fisuras a lo largo de sus tres décadas de carrera: “Creo en lo que cuento y en que hay cuestiones que merecen ser contadas. Me gusta pensar que algo de lo que he hecho quedará para que el mundo sea un poquito mejor y este premio refuerza la ilusión que pongo cada día en mi trabajo”.