CONTRIBUCIÓN
Miguel Ángel Ruiz Parra (Águilas, Murcia, 1969) es, desde 1992, responsable de información medioambiental en La Verdad, diario regional de Murcia perteneciente al Grupo Vocento. El jurado le premia por esa carrera de más de tres décadas y reconoce especialmente «el importante papel que desempeña el periodismo ambiental desarrollado a nivel local para contribuir a formar una opinión pública crítica y bien informada con el objeto de avanzar en la defensa del medio ambiente».
«Cuando empecé, hacer información ambiental era muy difícil –asegura el galardonado en una entrevista realizada poco después de conocer la concesión del premio–. Lo relevante entonces eran los sucesos, la política, por supuesto, y los deportes. Pero yo siempre tuve claro, por mi afición y devoción personales hacia la naturaleza, que en ese ámbito había historias interesantes que nuestros lectores debían conocer. Empecé haciendo informaciones “amables” sobre especies y espacios y eso me sirvió de caballo de Troya para poder empezar a trabajar la información ambiental de una manera más transversal y sistemática; enseguida quedó claro que se trataba de cuestiones fundamentales para la región: la gestión del agua, la gestión del territorio, la calidad del aire, cómo se vive en nuestras ciudades…».
Con todos esos elementos trabaja desde los primeros años noventa, cuando, como él mismo resalta, «ni en los grandes medios nacionales había información ambiental de manera regular. Ahora eso ha cambiado por completo, hay un apoyo total de la actual dirección del periódico y hemos conseguido consolidar este tipo de información y situarlo como un contenido central, que en muchas ocasiones es el tema principal de la portada del periódico. Desde hace trece años tenemos una dirección que propone, estimula y apoya esta estrategia y eso ha engarzado muy bien con nuestros lectores, que desde el principio han mostrado una alta sensibilización hacia estas cuestiones, no solo en noticias “amables”, sino también en los asuntos “duros”, como el cambio climático o la contaminación».
Precisamente alrededor de la contaminación y la degradación de un ecosistema, el del Mar Menor, gira una gran cantidad de la información ambiental que publica La Verdad: «Desde hace siete años, cuando se desató la crisis de eutrofización –la conocida como “sopa verde”–, la albufera es noticia prácticamente cada día. Y nunca es una noticia positiva». Hasta allí acuden periodistas de toda España y de muchas partes del mundo a contar la situación en que se encuentra el Mar Menor: la diferencia entre cómo lo cuentan ellos y cómo lo cuenta Ruiz Parra es, según él mismo destaca, el factor determinante de la información local, «el contacto directo con la problemática sobre la que informas. Nosotros dejamos claro que se trata de una crisis motivada básicamente por actividades económicas: contaminación de la agricultura y la ganadería por fertilizantes químicos, un crecimiento urbanístico descontrolado desde los años setenta, vertidos de la sierra minera que duraron hasta los años cincuenta del siglo pasado, la navegación a motor o los vertidos urbanos. Contamos los problemas y señalamos a los responsables, desde un periódico regional que se tiene que relacionar con todos los principales agentes de la región… Eso supone muchas presiones. Además –incide para destacar otro de los rasgos de la información ambiental de ámbito local–, cuando yo cuento el Mar Menor, lo cuento con unas claves personales, sociales y culturales que comparto con esta comunidad local; es algo que hace que tu audiencia se implique contigo, que tengas una gran complicidad con ellos…, y al mismo tiempo es una gran responsabilidad».
La importancia que la información local puede llegar a tener, destaca el galardonado, es tan grande que en ocasiones influye sobre la legislación: «Desde el periódico hemos hecho una gran presión informativa, y eso, junto a una gran movilización social, con manifestaciones de más de cincuenta mil asistentes, ha empujado, sin duda, a la creación de la Ley de Conservación y Protección del Mar Menor. O, en el ámbito judicial, causas que se están instruyendo actualmente, como la de la contaminación por nitratos del Mar Menor procedente de las desalobradoras ilegales –el conocido como caso Topillo–, donde tanto la Fiscalía como las acusaciones particulares han tomado nuestra labor, la información que hemos publicado periódica y puntualmente, como base documental, ya que hemos aportado pruebas de esas agresiones que vienen sucediéndose contra el Mar Menor. Desde hace muchos años, mucho antes de 2016».
Para el premiado, una de las principales diferencias con el periodismo que se hacía hace décadas es que ahora el conocimiento científico circula con rapidez y las posibilidades de acceso a este son cada vez mayores: «Esto es especialmente relevante en el periodismo ambiental. En Murcia tenemos la suerte de disponer de centros de investigación referentes en España y por suerte cuento con su colaboración de manera habitual; confían en mí para que divulgue los resultados de sus investigaciones y consigo hacer noticia de esos avances. Sin duda, es fundamental tener acceso a la producción científica, que en el caso de la Región de Murcia está muy centrada en las crisis ambientales que nos están afectando».
Otra dimensión que considera fundamental en el periodismo ambiental es la de la llamada a la acción. «Ya no quedan dudas –afirma– de que el desafío climático es el reto más importante para la humanidad, y los periodistas ambientales tenemos la responsabilidad de hacer ver a la sociedad que ante eso es necesario actuar. Sin caer en el catastrofismo, pero hemos de ser conscientes de que estamos relatando en tiempo real dicho desafío».
Ruiz Parra ha desarrollado información medioambiental casi en cualquier formato: en 2011, creó el canal sobre medio ambiente Los pies en la tierra, un espacio en la web de su periódico en el que realiza análisis y escribe artículos de opinión; desde hace un año elabora Campo a través, la newsletter semanal sobre actualidad medioambiental para los suscriptores de laverdad.es; ha dirigido y presentado durante cinco años un programa de temática medioambiental en la televisión autonómica Canal 6; ha participado como experto en información medioambiental en diversos programas de radio de ámbito local, en la desaparecida Punto Radio y en Radio 5 de RNE, y es colaborador, desde el año 2018, en la revista especializada Ballena Blanca.
La exigencia de llevar los contenidos a esa gran diversidad de formatos es otro de los retos del periodismo actual: «Estamos en todas las redes sociales para que no haya un solo lector que se pierda nuestras informaciones. A la hora de buscar una forma de contar una historia, lo que no falla nunca es una buena fotografía y un gran enfoque con un buen titular», considera. En cuanto a la elevada competencia por la rapidez en la información en Internet, «es otra preocupación» que tienen que afrontar: «Por suerte, en La Verdad tenemos un equipo web para nuevos lenguajes que está integrado en la redacción. Junto a ellos, trabajamos un nuevo formato llamado Historias visuales, en el que combinamos fotografía, vídeo e infografía y tratamos de que, una vez por semana, estas sean de temática ambiental. Es cierto que hay una cierta presión por la inmediatez de Internet, aunque últimamente nos hemos dado cuenta de que es más importante contarlo bien que ser los primeros: yo prefiero perder una hora en estudiar a fondo el último informe sobre el Mar Menor que publique el Ministerio y de ese modo encontrar dónde está la noticia y detectar cuál es el contenido verdaderamente importante y que tengo que destacar para los lectores. Hemos tenido que aprender a “perder” ese tiempo para dar información de calidad y de interés».
Junto a su labor centrada en la información ambiental, Miguel Ángel Parra ha desempeñado en estas tres décadas en La Verdad los cargos de jefe de Cultura, Sociedad y Local y, actualmente, el de jefe de Área de Fin de Semana.