CONTRIBUCIÓN
El Handbook of the Birds of the World se vende de forma directa en más de 160 países, pero llega a muchos más porque varias librerías especializadas exportan la obra. Desde la aparición del primer volumen se han publicado más de 800 reseñas, aparecidas en 220 publicaciones de 32 países. La obra es presentada como ‘la referencia básica para estatus y conservación’, ‘una obra maestra de la ciencia’ o ‘la Biblia de la ornitología’.
Josep del Hoyo Calduch, de 57 años, es médico de formación -licenciado por la Universitat Autónoma de Barcelona en 1977-. En 1980 comienza un viaje por África, en todoterreno, con la observación de aves como objetivo principal. Aun disponiendo de todas las guías ornitológicas de las zonas visitadas, le frustra comprobar la gran cantidad de especies no ilustradas en ninguna. Dos años más tarde, tras comprobar que no existe una obra que describa, y mucho menos ilustre, la avifauna mundial, inicia una base de datos –entonces en fichas de cartulina- en la que se recogen, especie por especie, todas las informaciones, ilustraciones y fotografías existentes. Al año siguiente da comienzo el proyecto de obra editorial que ha acabado dando lugar al Handbook of the Birds of the World.
Ahora bien, la labor ha sido dura. En los inicios no había dinero. A la vuelta de su primer viaje africano del Hoyo dejó de practicar la medicina y trabajó unos años como divulgador de temas de salud mientras recopilaba bibliografía y daba forma al proyecto. A finales de los ochenta funda Lynx Edicions junto con su amigo Jordi Sargatal –entonces directo del Parque Natural de los Aiguamolls de lémpordà- y con la ayuda del abogado y empresario turístico Ramón Mascort. Pero el primer volumen del HBW, publicado en 1992, no fue viable económicamente.
“Por entonces nadie creía en la obra –ha dicho Marco Lambertini, director ejecutivo de Bird Life International-. ¿Qué posibilidades tenía un manual que pretendía abarcar las casi 10.000 especies de aves, especialmente uno hecho en un país entonces prácticamente sin investigación ni publicaciones ornitológicas?”. Así que del primer volumen se vendieron sólo 3.000 ejemplares. Pero con el segundo la cosa cambió: “Empezaron a ver que la cosa iba en serio-dice Del Hoyo-; quienes compraron el segundo compraron también el primero…, y hasta ahora”. Al principio los volúmenes salían cada dos años; los últimos se publican anualmente.