BIOGRAFÍA
Geógrafo y climatólogo de formación y divulgador científico por vocación, Jacob Petrus (Manresa, Barcelona, 1976) acompaña a los telespectadores desde hace más de una década en el programa Aquí la Tierra, un magacín de divulgación medioambiental de RTVE desde el que informa, sensibiliza y conciencia acerca de las tres crisis ambientales más importantes en la actualidad: la contaminación, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Por dar el mayor protagonismo a la información ambiental en la televisión, con una calidad, solvencia científica y un enfoque positivo que ha alcanzado a grandes audiencias, recibe el premio en la categoría de Difusión del Conocimiento y Sensibilización en Conservación de la Biodiversidad en Español.
La trayectoria profesional de Petrus, que abarca más de veinticinco años informando acerca de los desafíos medioambientales del planeta, arrancó en 2000 colaborando en varios medios del Grupo Prisa como El País, Cadena SER y CNN+, hasta que cuatro años después se convirtió en jefe de la Sección Meteorología en Telemadrid, cargo que desempeñó hasta 2013. A partir de entonces, empezó a formar parte del equipo de El tiempo de RTVE e inició su periplo radiofónico como colaborador en los informativos y programas de RNE, donde continúa dando visibilidad a contenidos vinculados a la conservación, el medio ambiente, la meteorología y la climatología.
En 2014 inició su faceta como director, coordinador y presentador de Aquí la Tierra y desde 2022 compagina este proyecto televisivo con su trabajo como colaborador para el suplemento Antropía de Vocento, en la sección “Héroes por el clima”, donde publica entrevistas y perfiles a agentes e instituciones que luchan por la protección del medio ambiente. También ha colaborado con artículos de divulgación de meteorología y climatología en publicaciones como Muy Interesante, GEO o el diario Público.
“He tenido siempre el deseo de comunicar y de informar, y aunque soy geógrafo especializado en climatología, una parte de mí siempre ha sido también periodista —comenta sobre su doble vocación—. Primero me dediqué a ser hombre del tiempo porque aunaba las dos ramas, la de la comunicación y la de la ciencia. Siempre me gustó incorporar la divulgación a mi trabajo y así lo hice en mi etapa en el grupo Prisa, lo seguí haciendo en Telemadrid y ahora lo estoy haciendo en Televisión Española”.
Su enfoque ameno y asequible, que conjuga temáticas cercanas y desenfadadas con grandes fenómenos medioambientales, es su valor diferencial en la parrilla televisiva. Por ello, el jurado ha reconocido su “alta capacidad innovadora en el tratamiento televisivo de un amplio abanico de cuestiones medioambientales del presente”.
“Aquí la Tierra emplea un tipo de lenguaje coloquial y familiar, con temas que tratamos todos los días —apunta— y que pueden comprender desde los mayores hasta los niños. Es necesario hablar con divertimento y entretenimiento, porque vivimos en una sociedad cada vez más urbanita en la que sentimos desafección hacia la naturaleza. Debemos recuperar la relación afectiva con el medio ambiente”.
Para lograrlo, Petrus defiende la importancia de divulgar en sensibilización desde una óptica optimista, capaz de movilizar a la audiencia para ser más respetuosa y más consciente de su impacto en el medio ambiente: “El gran reto del futuro es intentar enseñar cómo podemos hacer las cosas de una forma distinta sin que nuestro modo de vida tenga que cambiar de una manera radical. Es lo que la sociedad nos está demandando porque todos sabemos lo mal que lo estamos haciendo, pero muchas veces no sabemos cuáles son los caminos correctos para hacerlo mejor —asegura—. Ante tal volumen de información, somos responsables de saber trasladarlo al gran público de manera comprensible”.
En su cruzada por acercar el mundo natural a los hogares españoles, uno de los grandes objetivos que se plantea en Aquí la Tierra es el de servir como puente entre el campo y la ciudad, ya que “es absolutamente fundamental tener un mundo rural activo para proteger nuestro medio ambiente. Es el modelo de país en el que creemos, así que el hecho de poner nuestro granito de arena para revitalizarlo es un factor esencial para nuestro equipo”.
Además, insiste en la obligación de la televisión pública de ofrece una programación de todos y para todos, alentado por su faceta más personal: “Soy padre y me cuesta mucho encontrar contenidos que pueda ver con mis hijos, así que cada vez que viene una familia y me dice que ven Aquí la Tierra todos juntos, me emociona. Incluso nos dicen muchos profesores de escuela que utilizan el programa para que los niños puedan aprender. Es maravilloso ver cómo los niños conocen las frutas de temporada o cómo piden a sus padres que reciclen. Es maravilloso pensar que la siguiente generación, al menos en el ámbito medioambiental está más sensibilizada para que, de cara al futuro este planeta sea un lugar mejor donde vivir”.
Fijando la mirada en el horizonte que se avista para los próximos lustros, Petrus confía en la divulgación científica para dar a conocer alternativas de consumo responsable alineadas con los valores de sostenibilidad y ética. “Eso es lo que tenemos que enseñar al gran público. Como consumidores, tenemos un gran poder y debemos seguir ejerciéndolo. Durante muchísimos años nos han puesto una venda en los ojos con la que podíamos consumir sin tener en cuenta el daño medioambiental que generaba el producto que estuviésemos consumiendo. Ya podemos entrever cuál es el coste medioambiental de una fruta de kilómetro cero frente a una que viene desde otro continente, pero este conocimiento sobre el coste medioambiental no lo tenemos, por ejemplo, respecto a la ropa. Como consumidores, debemos exigir saberlo, los medios de comunicación tenemos que denunciarlo y enseñar cuáles son los problemas que generan este tipo de productos. Se trata de seguir avanzando, dando luz a los caminos que podemos recorrer”.
A lo largo de su carrera como divulgador, Petrus ha sido testigo de cómo la demanda de contenidos científicos ha ganado un protagonismo paulatino en las redacciones periodísticas, auspiciado en gran medida por un contexto social en el que va ganando terreno la ecoansiedad: “Estamos trasladando la ciencia a la sociedad y la sociedad responde. Cuando empezamos con el programa, teníamos la sensación de que nosotros teníamos que vender los temas a la sociedad. Ahora es al revés, es la sociedad la que nos exige que hablemos de los temas que están en su lista de preocupaciones. Queremos saber qué días los niveles de contaminación en una gran ciudad son más elevados. Nos piden que hablemos de los microplásticos, del cambio climático, de los escenarios de futuro. A esto se suma que, como sociedad, diariamente nos vemos obligados a tomar decisiones que muchas veces no son informadas. Uno de nuestros propósitos principales es compartir cuáles son las mejores elecciones que podemos hacer para reducir nuestra huella ecológica y que la efectividad de estas decisiones sea real”.
Al hilo del boom en popularidad que ha sufrido la información medioambiental en medios generalistas, Petrus recuerda hitos informativos como la erupción volcánica de La Palma o la tormenta de nieve Filomena, que dispararon el interés por la ciencia climática: “Todo el mundo quería que los que nos dedicábamos al tiempo pudiésemos confirmar si eso era fruto del cambio climático. La gente ya es muy consciente de que el cambio climático afecta a su economía y a su salud. De hecho, ahora en los medios de comunicación ya no se nombra cambio climático ni calentamiento global ni crisis climática, sino emergencia climática. Ha cambiado tantísimo el protagonismo que se le da a la información medioambiental que ahora mismo incluso muchos de los objetivos que se fijan las empresas son medioambientales, pero hace veinte años nadie podría haberse imaginado que las políticas de una empresa dependieran de su reducción en los gases de efecto invernadero”.
En una emotiva analogía que remite de nuevo a la afectividad hacia la naturaleza que estamos perdiendo, el climatólogo aboga por estrechar nuestra relación con el medio ambiente para poder entender por qué lo queremos proteger. “A una pareja primero la conoces y luego pones en valor lo que te gusta de ella. Cuando lo haces, nace espontáneamente la iniciativa de cuidarla, estimarla y protegerla. La relación con el medio ambiente tiene que ser algo parecido: si eres muy consciente del valor que tienen determinadas especies, determinados cultivos, pájaros, mamíferos o reptiles, evidentemente los vas a proteger con mucho más cuidado que si no eres consciente de los problemas a los que se enfrentan”.