CONTRIBUCIÓN
Consiste en la fotoidentificación centrada en los rasgos diferenciadores de cada individuo, el equivalente a las huellas dactilares de los humanos. En la ballena austral, cada individuo presenta un patrón distintivo en sus callosidades, que son zonas de piel engrosada y de consistencia córnea en la parte superior y lateral de la cabeza.
La fotoidentificación permite seguir a las ballenas e investigar su comportamiento de forma no invasiva. Hoy en día el ICB cuenta con más de 155.000 fotografías de 2.850 individuos. Sus resultados son la base de diversas actuaciones de conservación de la especie, y se recogen en más de sesenta publicaciones científicas y presentaciones a congresos.
El ICB ha contribuido a regular el turismo de avistamiento de ballenas, y a fortalecer la presencia de la sociedad civil en la Comisión Ballenera Internacional. También ha desarrollado programas educativos que promueven la participación de miles de personas en la conservación de las ballenas y su hábitat.
El ICB dirige el estudio de mayor continuidad en todo el mundo basado en el seguimiento de ballenas con fotos. Con datos científicos recogidos a lo largo de más de cuatro décadas, los investigadores de este organismo han documentado fenómenos como los ataques de gaviotas a ballenas vivas para alimentarse de su grasa, o el hecho de que las crías heredan de sus madres la localización de las zonas de alimentación. También han descubierto que el cambio climático afecta a la tasa de reproducción de la ballena franca. Son hallazgos importantes a la hora de diseñar estrategias de conservación para esta especie.
Como se recoge en el acta del jurado, los resultados obtenidos por el equipo del ICB “han servido de base para tomar decisiones claves para la conservación de esta especie en el Hemisferio Sur, promoviendo la creación de áreas marinas protegidas y de santuarios balleneros, mejorando y desarrollando marcos legales para garantizar el uso responsable y no letal de las ballenas a través del turismo de avistamiento”.
Trabajando conjuntamente con educadores profesionales, los expertos del ICB emplean la nueva información científica disponible para diseñar programas educativos, de los que se benefician miles de estudiantes en Argentina. Sus acciones de difusión y concienciación han promovido la participación activa de miles de personas en la conservación de las ballenas y su hábitat.
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Instituto de Conservación de Ballenas