CONTRIBUCIÓN
Cada año, millones de animales silvestres, desde jaguares hasta serpientes, pájaros, caimanes y monos, son víctimas del tráfico ilegal en América del Sur, especialmente en el Amazonas. Con el objetivo de combatir ese comercio ilegal de vida salvaje y la destrucción del medio ambiente que acarrea, en 1992 nació en Bolivia la Comunidad Inti Wara Yassi (CIWY). Esta ONG privada trabaja para acabar con el mercado negro de animales a través de programas educativos, proyectos de investigación y acciones públicas. Gestiona tres santuarios de vida silvestre en la Amazonía boliviana, en los que CIWY rehabilita y cuida a animales salvajes rescatados del tráfico ilegal, de incendios forestales y de otras situaciones peligrosas. Además, en esos santuarios la Comunidad protege 1.300 hectáreas de selva tropical virgen de la caza furtiva, la tala, la minería y los incendios forestales.
CIWY fue una de las primeras organizaciones en luchar por los derechos de los animales y la protección del medio ambiente en el país, creando el primer santuario de fauna silvestre de Bolivia en 1996. Hoy, la Comunidad administra tres santuarios, cuidando a más de 500 animales rescatados de 39 especies diferentes. Ahora mismo están implementando un nuevo programa, denominado ‘Guardianes de la Selva’, en el que logran que los niños se identifiquen con las labores de conservación. Así inciden sobre la demanda, ya que es menos probable que esos niños se conviertan en receptores de la trata en el futuro, que no quieran tener animales silvestres por mascota, que no quieran tener sus trofeos (colmillos, pieles…) y que no colaboren en su caza ilegal.
Durante los últimos 30 años, la Comunidad ha liberado a miles de animales rehabilitados a la naturaleza y brindado santuario de por vida al resto. CIWY ha acumulado una amplia experiencia en el cuidado especializado de la vida silvestre rescatada, especialmente primates y felinos, sobre la que asesoran a otras organizaciones y entidades gubernamentales.